A simple vista, la habitación no tenía nada particular que la diferenciara de otra habitación de hotel, excepto ese temporizador. Al abrir la ventana notaste que había un hombre en la habitación que daba de frente con la tuya, comenzaste a hacerle señas con una mano, a gritarle que te habías encerrado; el hombre sólo saludaba, apenas podías distinguir su silueta.
Viste hacia abajo, era imposible saltar, la calle estaba demasiado lejos; evaluaste la opción de caminar hasta la habitación siguiente por la cornisa, demasiado arriesgado, no estaba tan desesperado; aún.
El hombre de la ventana del frente también había estado mirando a la calle, comenzaste sospechar algo extraño, encendiste la lámpara que había en la mesa de al lado y ahí fue cuando te diste cuenta de que ese hombre que tan extraño se comportaba tenía el cabello rojo, ¿tu reflejo?
Un segundo, ¿por qué había una mujer con un hacha tras él?