Tailypo... Tailypo...

Ur necesitaba tiempo para atajarle, era el momento oportuno que necesitaba...aunque no tenía ni idea de que tan fuertes eran los dos. Incluyendo a quien acaba de dejar invalido. El hombre estaba asustado, su cara no mentía cuando reaccionaba en temor por ser devorado de la otra criatura quien salvo...
"¿Salvar?" pensó en voz alta "¿Quién salvaría a alguien de ser devorado por otro?"

Simplemente la lógica del mundo lo volvía cada vez más pensativo, los humanos eran criaturas primitivas para un ser del Tindalos. Son tan primitivas que solo entre ellos se ayudan, no a los demás. Son egoístas, pendencieros, se roban o matan entre ellos por absurdas ideas que sus líderes plantean en sus cerebros; ¿quién salvaría alguien o a algo estando en los zapatos de un humano?


Ur estaba meditando por ese pequeño evento que paso muy rápido para ser recordado; aunque el ojo le ardía ya levemente, era el problema de lidiar con esos dos arriba suyo.

¡Perdón p-por lo de antes!

Escuchó al humano pronunciar dichas palabras, Ur parpadeó una vez para intentar de saber a lo que se refería con "Perdón".

-¿Perdón? ¿Te disculpas tras lastimarme? Los humanos son una peste sin sentimientos que solo busca el beneficio propio- hablarle solo ocasionaría una pequeña reacción en el mismo.

¿Ha....habría alguna posibilidad d-de qué llegaramos a un a-acuerdo los tres?


"¿Acuerdo?" esta vez, lo pensaba para si mismo "¿Un humano mayor desea hacer un trato conmigo? Ese borracho de Derry lo debo de ayudar, pero ¿qué beneficio tendría con este y su..."amiguito peludo?"

Sus aspectos psicópaticos se alejaban de una manera lenta cual caminata de caracol. Se alejó ligeramente hacia las piernas...solo miró una. Misma pierna...los segundos viajaban lento.


-¿Quieres hacer un trato?- habló fuerte y claro, como si estuviera delante de él y Tailypo -Entonces...- Se ancló con sus garras en las sombras, solo para aguantar los tirones posteriores, de las sombras sacó su quijada, y como trampa de oso, atrapó la pierna de Fabio penetrando la carne, rasgando cual lija el femúr, tirando de ella hacia el suelo, con la misma fuerza que Tailypo sintió, exclamó. -¡¡...paga por lo que me hiciste!!-

"Entonces.... ¡¡PAGA POR LO QUE ME HICISTE!!"

Oh.

Y lo siguiente que sintió fue un dolor tan incomesurable, que el grito que soltó parecía más un aullido que otra cosa. Cayó a la tierra, apoyandose con la rodilla mientras trataba de zafarse desesperadamente de aquel agarre que Ur no soltaba. Deseaba estar soñando una mala pesadilla.
Pronto aquel grito desgarrador se convirtió en uno mudo, de su boca abierta y temblorosa no se oía ningún ruido, pero aún trataba de abrir con sus dos manos las fauces del monstruo.



-Ah...ah

Si seguía teniendo alguna fuerza era por las jornadas largas en la carnicería, cargando con cajones y medias reces,  y obviamente la sensación insoportable de sufrimiento solo enviaba más y más energía a sus brazos.

-¡Ba-basta, basta por favor...! - decía mientras por fin conseguía separar unos centímetros los dientes de Ur de la carne de su pierna.

Ur sintió que le apretaban el pescuezo para retirarlo del humano, quien aullaba del dolor. Los tirones de ambos, y los golpes y mordidas de Tailypo fueron de lo peor. Retiró sus fauces, más su cuello seguían aplanstándose, pero dejarlo ir era otra idea en mente...de todos modos, Ur-Ischin tomó su carta bajo la manga.


Las sombras se fusionaron con él, y se volvió una figura gaseosa pero líquida al mismo tiempo...

"Jejeje...buen intento, pero eres demasiado primitivo..." se escuchó en eco, Ur se disolvía en ese material, y poco a poco, sostenerlo era como agarrar un chorro de agua con las manos desnudas, regresando al lugar antes de atacar a Fabio.
"...además, no estoy aquí para perder el tiempo con vosotros" Su psicosis disminuyó. Se apartó de ambos, y como sombra se quedó inmóvil en medio del claro. Una solitaria sombra que no le pertenecía a nada...

En esos segundos en los que vio la figura borrosa de Tailypo mordiendo el cuello de Ur, entre tanto grito y chillido, no pudo evitar pensar en millones de frases de agradecimiento. Fueron unos cortos segundos en donde el dolor se había esfumado; pero ni bien dio un paso tambaleantes hacia atrás, la tortura volvió con más intensidad que antes.

Se tiró al suelo, presionando fuertemente su pierna con ambas manos, la sangre mojando la tela de sus guantes y pantalones mientras esta seguía expandiendose rapidamente.

Abrió sus llorosos ojos, rodando de un lado a otro, sintiendo rocas molestas cada vez que su espalda se ponía en contacto con la tierra. Pero ni eso lo distraía de la punzada que su muslo esta experimentando.

Sabía que tenía que prestarle atención a su alrededor, pero en estas condiciones se tornaba una misión sumamente dificil y angustiante.
Giró la cabeza  justo para ver como una bola de gas se formaba frente a ellos...

"Si tanto quieres que me vaya de tu bosque..." Ur comenzó a hablar en eco, no le intimidaba la compostura de Tailypo, ni le interesaba como los había dejado. -O eso es lo que ELLOS pensaban-.
"...ayudénme a deshacerme de mis perseguidores"

Ur-Ischin sabía que su visita al bosque había traido a "otros acompañantes" indeseados para él; era obvio que estos seres lo buscaban por razones de dominación...no de enemistad. Al llegar a los bosques, su rastro fue una brújula para los perseguidores que no estaban lejos del lugar...

"Si creen que mis ataques fueron rudos y violentos, entonces no tienen ni idea de los que un cazador y susurrador puedan hacerles" añadió en sarcasmo y burla.

Escuchaba solo algunas partes de lo que decía aquel ente, la sangre aún brotaba a borbotones de su pierna sin importar lo mucho que hiciera presión en ella. Comenzaba a sentirse realmente mareado por todo, y la nueva información de que había una amenaza aún peor que Ur-Ischin solo le provocaba náuseas.

Intentó levantarse o por lo menos ponerse en una postura en la que se le hiciera más fácil ver y hablar con el monstruo. Entre jadeos, logró mascullar algunas preguntas:

- ¿Ni viajando por las sombras puedes escapar? ¿Qué posibilidad tenemos de ganarles a... a ellos?

Su frente estaba en contacto con el suelo, los ojos entrecerrados, fijos en la hierba marchita y aplastada bajo el peso de su cuerpo que unos segundos antes seguía revolcandose de la agonía.

- Tsk, siamo fottuti...

Ur no tenía intenciones de meter a los dos en sus asuntos con Pathfinder, ya lo había hecho antes. El cazador será ciego pero sus habilidades para cazar son peculiarmente horribles. Era claro que ellos no tenian idea de lo poderoso y peligroso que llegaría a ser para ellos confrontar al cazador. El susurrador no era una amenaza. Al no tener quijada, era el menor de sus problemas...más es rápido, y no genera ruido. Es sin duda un explorador de lo más silencioso



Lo general era darles una pequeña información, pero ayudarles a escapar del lugar sería un riesgo que no podía aceptar, pero era una obligación tras lo que hizo. De cualquier forma, si no los ayuda, serán comida para los dos.

"No tienen nombre, pertenecen a una jauría que pertenece a Desesperación...o eso es lo que pensaba..." decía en eco hacia los dos, quienes estaban agotados tras perder litros de sangre por sus ataques de psicosis "...lo mejor seria que abandonaran este lugar, permanentemente"

Talvez Tailypo no le habra gustado esa afirmación, pero ¿tenía oportunidad?
No tiene cola para correr, chorrea rios de sangre y si por si fuera poco, uno de sus tobillos esta roto. No podía decir lo mismo con el humano, le abrío cual cortacartas la pierna.

"Les puedo ayudar, pero solamente los dejaría fuera de este lugar..." Ur decía en modo de disculpa "...después pueden reclamar el bosque, cuando las heridas curen" Le decia al Tailypo -tal vez para tranquilizarlo, o simplemente se lo dijo por que lógica-

¿Desesperación? ¿Existe ese lugar siquiera?

Intentó ponerse de pie, apoyando todo su peso en la pierna sana y sosteniendo la otra herida. Tenía que salir de allí, y por fin parecía que las cosas se habían calmado entre los tres. La propuesta de Ur lo dejó un tanto descolocado, sin embargo, y es que no esperaba cooperación de él ¡Si no pasaron ni cinco minutos desde que se atacaron mutuamente! Aún así, se mantuvo receloso, pero atento a la conversación. 

Definitivamente había hecho lo imposible para evadir la entrada al bosque pero, por un descuido, el día de hoy se había convertido en una total y absoluta catástrofe. Y con su pierna en el estado actual, su trabajo...

No, no ¡No es momento de pensar en eso! Primero ocupate en salir vivo y en una pieza de este lugar, luego te preocuparás de tu situación económica y laboral, tonto!

Sacudió la cabeza, dando unos destartalados pasos hacia adelante.

¿Qué podría hacer él para que el plan de aquel monstruo funcionara...?

Para Ur, las decisiones y actitudes de los dos eran obvios, los había lastimado de gravedad y por si fuera poco, no le creen en casi todo. Es bueno desconfiar, pero en los momentos en que ellos estaban ya dispuestos aceptarlo.


Por la entrada donde Ur había llegado al bosque, el cazador y susurrador arrivaron para empezar a oler el área en busca del vástago que se escapó de Crouch End. Ur sentía el aire pesado por la presencia del susurrador...era hora de irse. El bosque era extenso, pero la perseverancia de ambos canidos era abrumadura de solo pensarlo.


Ur se acercó lo que puedo para tocar ambas sombras del humano y criatura. No pasaba nada en realidad, ya que Ur estaba concentrado en que lugar del bosque o lejanías del mismo podrían ser beneficiosas para ellos.
Los aullidos se acercaban, era cuestión de segundos antes de que el cazador estuviera presente. Encontrando un punto fuera del bosque, las sombras empezaron a crear una especie de manto-gaseoso cubriendo a los dos.
Mirando de reojo, en las pilas de madera detrás suya, se encontraba una piel de perro encima de ellos...los ojos parecían brillosos como si estuviera vivo...el susurrador los estaba viendo...y el cazador se aproximaba a paso lento pero sigiloso.

"Los dejaré en un lugar seguro" decía en eco todavía "Pero advierto esto, al entrar al mundo de las sombras sus heridas sanarán lentamente, pero las que YO causé...Las de otro tipo permanecerán igual...además de ciertos efectos secundarios...Una vez estén seguros, distraeré a los perros lo más que pueda y así logren irse...¿Están seguros de querer irse de aqui mientras puedan?"

¿E....Efectos secundarios?

Cerró los ojos instintivamente al quedar envuelto por esa estela de gas. Le aterrorizaba pensar que era alguna clase de veneno que lo contaminaría lentamente, pero entre eso a ser devorado por bestias ... si, prefería escapar con los métodos de este bicho.

Era cierto que percibía una sensación rara en su pierna, pero no dejaba de dolerle menos que antes, eso seguro.
Aún le parecía extraño la súbita amabilidad de Ur... ¿Qué ganaba él en todo esto? ¿O quizás se habría dado cuenta del pusilánime estado en el que estaban y sintió pena?

Mmm, n-no lo creo.....

- Lo más lejos posible -comenzó a decir entredientes con dolor, contestandole a la criatura-. Si pudiera me volvería a la ciudad...- bufó con pesar, pues su situación no paraba de empeorar desde que llegó a Hell.

La turbulencia fue momentánea, era hora de desaparecer del bosque. Y como un estadillo de sombras, los tres desaparecieron...aunque los perros seguian acercándose pero cuando el cazador llegó, los tres ya no estaban.

Bufó y gruñó en frustración...el susurrador solo olía a donde pudieron haber ido; sin embargo, los aullidos de Pathfinder los obligo a irse del bosque. Sin mucho más que perder, los perros se alejaron del bosque dejando a Ur solo con las dos criaturas para volver a Crouch End.

Casi a las afueras de Burning Woods en una zona oeste, lejos de algún pueblo y cercana a la carretera, Ur-Ischin aparece en una bola negra que estalla sin dañar a los pasajeros que se trajo consigo.
-Bien- contesta sin quitarle la mirada al bosque -Aqui estarán a salvo, ahora depende de vos de irse...- voltea para ver que la herida de Tailypo -su cola- estaba como estaba antes de atacarle, le mira por un momento y después ligeramente voltea su mirada al bosque -...si quieres, puedo ayudarte a buscar tu....miembro...-

Aparecieron fuera del bosque, y apenas Ur pronunció palabra, se dejó caer al suelo mientras tapaba su boca con una mano. Sabía que era una forma de transportación, pero el shock era demasiado, lo encontraba demasiado ajeno a todo lo que creía que podía ser posible.

Con un par de arcadas finalmente expulsó todo el estrés y el miedo acumulados junto a los alimentos ingeridos en el día... aunque tampoco era tanto.

Aún sentía el cosquilleo en su pierna y la frente le ardía; todo lo que había sucedido esa tarde parecía un mal sueño. No sabía siquiera en qué pensar.

Dio mío....

Se sacó su gorro,  apretando la cabeza entre sus dos guantes fuertemente.



Voy a estallar... voy a estallar....

Sintió como sus pies se elevaban del suelo y lo sostenían fuertemente, pero no se atrevía a abrir los ojos. Muy tarde como para reaccionar, decidió quedarse inmóvil mientras el viento le pegaba en la cara.

Parecía de todas formas que este bicho... Tailypo, no era del todo agresivo contra él, pero bien podría ser que con la aparición del otro monstruo haya surgido una riña para saber cuál de los dos se quedaría con...

Tragó, y abrió por fin un ojo, espíando el rostro de aquel ser...

Merdemerdemerdemerde.

Volvió a cerrarlo con firmeza, apretando su gorro entre las manos, totalmente tensionado mientras pensaba seriamente en oponer resistencia a los planes de Tailypo. Pero exactamente... ¿Qué es lo que se proponía esta criatura?